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Limpieza y mantenimiento
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4 Limpieza y mantenimiento
4.1 Advertencias
4.2 Limpieza del aparato
Para una buena conservación de las
superficies, es necesario limpiarlas
regularmente después de cada uso,
dejándolas enfriar previamente.
Limpieza ordinaria diaria
Utilice siempre y únicamente productos
específicos que no contengan abrasivos ni
sustancias ácidas a base de cloro.
Vierta el producto sobre un paño húmedo y
páselo por la superficie, aclare
cuidadosamente y seque con un trapo
suave o con un paño de microfibra.
Manchas de comida o restos
No utilice en ningún caso estropajos de
acero y rasquetas cortantes para no dañar
las superficies.
Utilice los productos normales, no
abrasivos, de ser necesario con ayuda de
utensilios de madera o de plástico.
Enjuague cuidadosamente y seque con un
trapo suave o con un paño de microfibra.
Evite dejar secar dentro del aparato restos
de comida de base azucarada (ej.
mermelada) porque podrían estropear el
esmalte dentro del aparato.
Rejillas de la encimera de cocción
Extraiga la rejillas y límpielas con agua
templada y detergente no abrasivo. Quite
con cuidado cualquier incrustación.
Séquelas y colóquelas nuevamente en la
encimera de cocción.
Uso incorrecto
Riesgo de daños a las superficies
No utilice chorros de vapor para limpiar
el aparato.
• En las partes de acero o tratadas
superficialmente con acabados
metálicos (por ejemplo anodizadas,
niqueladas o cromadas) no utilice
productos de limpieza que contengan
cloro, amoniaco o lejía.
• En caso de contacto con detergentes
muy agresivos, agua dura y cualquier
desbordamiento (agua de cocción,
salsa, café, etc.) limpie inmediatamente
después de haber dejado enfriar la
encimera.
• En las partes de cristal no utilice
detergentes abrasivos o corrosivos (por
ejemplo productos en polvo,
quitamanchas y estropajos metálicos).
• No utilice materiales ásperos o
abrasivos ni rascadores metálicos
afilados.
• No lave en el lavavajillas los
componentes que se pueden quitar,
como las rejillas de la encimera, los
difusores de llama y las tapas del
quemador.
El contacto continuo de las rejillas
con la llama, con el tiempo, puede
alterar el esmalte cerca de las
zonas expuestas al calor. Se trata
de un fenómeno completamente
natural que no perjudica en
absoluto la funcionalidad de este
componente.